Frase de Charles de Gaulle que viene perfectamente a colación de lo sucedido en el Congreso de Diputados en el día de ayer.
Cuando se vota no a una propuesta, no por los contenidos de ésta sino sencillamente por el juego maligno de la política, corre el riesgo, como así sucede de dar un paso más de alejar la realidad social de nuestro país con el monopoly de la política en que se ha convertido nuestro poder legislativo.
¿Qué dirán y qué pensarán los perjudicados de la no decisión de ayer? Usuarios de transporte público que cuadran el final de mes de sus exiguas nóminas, los pensionistas silenciosos que después de toda una vida de trabajo y de cotización ven que los precios suben a un ritmo muy diferente a la de sus ingresos, afectados por la Dana y por el volcán de la Isla de la Palma que ven congeladas una vez más ayudas necesarias…
No. Esto no es un alegato a favor del gobierno del partido que sea. Es sencillamente algo que se llama sentido común que como se suele decir es el menos común de los sentidos. Vergüenza de clase política. De cualquiera que se sienta en su escaño cedido por todos los españoles.
No me gusta esta política.
